Paloma Reyes, una cantaora andaluza, debuta en Argentina dedicando su espectáculo a una vieja actriz del lugar, Isabel Mendoza. La actuación resulta un tanto desastrosa, sin embargo, la mujer agradecida por su detalle le regala un colgante. Paloma, sin pensárselo dos veces, se presenta en la mansión de la diva para pedirle consejo. Rápidamente las dos mujeres se hacen amigas e Isabel la cobija en su casa. Todos los habitantes del lugar, criados, jardineros.... están encantados con la muchacha.