Bastián vive un día cotidiano en una población de Santiago, donde día tras día lleva una rutina para ser un apoyo en su familia. Comienza la jornada trabajando junto a sus familiares al amanecer, comparte con sus amigos del barrio a mediodía y recibe a su hermano del colegio a la tarde para facilitarle la tarea a su madre. A la noche, como de costumbre, se junta con el mecánico de la esquina que le enseña a reparar autos. Con él, mantiene una conversación acerca del presente y el futuro.