Al despertar Seba se entera de que puede tener VIH. Tras desayunar con su madre pasa la mañana con su pololo antes de ir a hacerse el examen. Por la tarde lo recibe una once incómoda en casa para luego reunirse con pololo y confesarle todo, terminando su relación. Intentando evadirse la noche lo abruma y lo hace desaparecer. Los lugares que habitó y las otras criaturas continúan en su ausencia. Al otro día va a buscar los resultados de su examen.